Publicado: 9 de Diciembre de 2015
El Día Mundial de la Voz se celebra todos los años el 16 de abril. Se trata de un día en el que los especialistas informamos a la población sobre los hábitos saludables para cuidar la voz. Se viene celebrando desde el año 1999. Se trata de una celebración en la que la Sociedad Médico Española de Foniatría (SOMEF), a la que pertenezco, pretende concienciar sobre la necesidad del cuidado del aparato vocal.
El médico Foniatra es el especialista que se ocupa de la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de los problemas de la voz, desde su vertiente rehabilitadora.
Los Médicos Foniatras aconsejan la necesidad de la formación en el cuidado de la voz y la reeducación vocal para resolver una disfonía que consiste en corregir hábitos vocales mediante técnicas de respiración, relajación, impostación correcta de la voz,…
La voz es la herramienta de trabajo de muchos profesionales, Son profesionales de la voz todas aquellas personas para las cuales es imprescindible laboralmente el uso continuado de su voz: profesores, abogados, periodistas, políticos, cantantes, sacerdotes,... Y no siempre se le da la importancia que merece.
Entre el 30% y el 40 % de los profesionales de la voz padecen alguna patología vocal a lo largo de su vida profesional, pero son muchos más, hasta un 70%, los que sufran molestias o síntomas relacionados con su actividad vocal profesional. La edad más frecuente de padecer estos trastornos es entre 25 y 45 años. La disfonía es más frecuente en mujeres entre 21 y 40 años de edad. Los abusos de la voz producen un efecto más lesivo en cuerdas vocales de mujeres al poseer una frecuencia más aguda en la voz y cuerdas vocales de menor tamaño.
Los docentes son los más afectados por las disfonías y esto se traduce en bajas laborales. El trastorno de la voz es una enfermedad profesional provocada en muchos casos por el mal uso y abuso vocal. El exceso de volumen, el número de horas de clase (más de cinco horas diarias), los malos hábitos vocales hacen que las cuerdas vocales se resientan.
La disfonía conlleva una carga de ansiedad y angustia en aquellas personas que se ven obligadas a hablar profesionalmente.
Durante los próximos años colaboraremos con los servicios de prevención de riesgos laborales para detectar estos problemas en los centros docentes extremeños. Se realizarán reconocimientos del aparato vocal y se impartirán cursos de prevención de disfonías.
Las cuerdas vocales son músculos, por lo que sometidos a un trabajo excesivo o abusivo puede provocar en ellas cansancio.
“No cuidamos nuestra voz”, hasta que tenemos algún problema que llega a comprometer nuestra labor profesional. Adquirir una buena técnica vocal evitaría muchos problemas al profesional de la voz.
No todos los aparatos vocales tiene la misma tolerancia a la sobrecarga vocal. Hay personas más propensas a padecer disfonías. Personas con temperamento nervioso, hiperactivas, tensas, emotivas y pasionales, que hablan rápido y mucho, son candidatas a iniciar una disfonía.
La voz expresa nuestra personalidad y emociones, es fácilmente vulnerable ante situaciones de estrés. Y a la inversa, trastornos vocales orgánicos y funcionales pueden desarrollar desequilibrios emocionales.
La causa de los trastornos vocales son el mal uso, el abuso y los malos hábitos vocales, sometiendo al aparato vocal a una sobrecarga. Los problemas más frecuentes que se generan son las disfonías funcionales, que pueden completarse con lesiones orgánicas, tales como nódulos, pólipos, edemas laríngeos, etc. Los nódulos laríngeos están catalogados de enfermedad profesional para los profesores. “ Los disfónicos generalmente no nacen, se hacen”.
El diagnóstico precoz es muy importante. El abordaje multidisciplinar entre el ORL y el Médico Foniatra es fundamental para llegar a un diagnóstico preciso. Otorrinolaringólogo y médico foniatra deben ir de la mano, trabajando de manera multidisciplinar coordinando cirugía, tratamientos y rehabilitación.
La mayoría de las disfonías provocadas por un mal funcionamiento vocal pueden resolverse mediante técnicas de reeducación vocal e incluso evitar que muchos profesionales de la voz terminen en el quirófano. La educación de la voz es posible aprendiendo técnica vocal.
Los Médicos Foniatras aconsejamos la formación para el cuidado de la voz, corrigiendo hábitos fonatorios erróneos y enseñamos a utilizar el aparato vocal sin esfuerzos y con ejercicios específicos lo dotamos de mayor resistencia muscular.
El tratamiento de los problemas de la voz se asienta sobre tres pilares fundamentales como son la prevención, la reeducación y la fonocirugía, en algunos casos.
Pero ¿Cuándo acudir al especialista? Cuando la disfonía se repita con frecuencia en el tiempo o si una disfonía o afonía dura más de 15 días.
Hablar excesivamente, con un volumen superior al normal, gritar, carraspear, toser bruscamente o en exceso, cantar con una técnica inadecuada provoca un funcionamiento perjudicial en el aparato fonador. La situación empeora si en el entorno hay un excesivo ruido que obliga a elevar la voz, un ambiente con polvo, humo de tabaco o gases nocivos. El consumo del tabaco y el alcohol deterioran la mucosa vocal.
Diez normas preventivas para cuidar su voz:
1.- Emplear un volumen moderado en todas las situaciones del día.
2.- No hablar en sitios ruidosos.
3.- No gritar habitualmente, evitar el estrés y el descontrol emotivo.
4.- Cantar sólo cuando domine la técnica.
5.- Evitar toser, reír, carraspear o llorar de forma violenta.
6.- No hablar mientras realiza esfuerzo físico, evitando los ejercicios violentos.
7.- Evitar los factores irritantes de las cuerdas vocales: Tabaco y alcohol, ambientes polucionados, gases o vapores irritantes, bebidas muy frías o muy calientes, ambientes excesivamente secos, cambios bruscos de temperaturas, tiza y polvo, aire acondicionado.
8.- Utilizar humedificadores y ventilar bien los ambientes de trabajo y descanso.
9.- No forzar la voz en situaciones de labilidad, es decir cuando se está acatarrado, se padece laringitis, congestión nasal, estado febril, gastroenteritis, durante la menstruación y periodos de recuperación de cualquier enfermedad.
10.- Beber abundantes líquidos a lo largo de todo el día para conseguir una buena hidratación.
Doctora Consuelo Fernández-Salazar Vegas, miembro de la Sociedad Médico Española de Foniatría.